AJONJOLÍ
Es una semilla originaría de África y la India, se obtiene de la planta sesamin indicum, y existen distintas variedades, por lo menos 12, que podemos distinguir por el color de la semilla.
Su uso es muy popular en la gastronomía de varios países, y a pesar de ser una semilla pequeña, es una gran fuente de nutrientes completos.
FIBRA
Favorece los procesos digestivos y ayudan al correcto funcionamiento intestinal.
COLESTEROL
Por sus niveles de Lecitina, reduce el colesterol malo en la sangre y los triglicéridos, protegiendo nuestro cuerpo de enfermedades cardiovasculares, pues disuelve la grasa y evita que se adhiera a las paredes arteriales.
CONCENTRACIÓN
Su consumo es muy benéfico para mejorar nuestra capacidad de concentración mental, nos da vitalidad física y tiende a relajarnos, por lo que es recomendable para aliviar el estrés, el agotamiento mental y por consiguiente, el insomnio.
CALCIO
100 gramos de ajonjolí aportan 670 mg de calcio, lo que equivale a 3 vasos de leche de vaca. Esto ayuda a prevenir la aparición de osteoporosis.
HIERRO
Su contenido en hierro ayuda a la producción de hemoglobina y colágeno. Dos cucharadas de ajonjolí es el equivalente en hierro a un bistec de res de 180 gramos. Se recomienda para personas que requieren pronta cicatrización o personas con algún grado de desnutrición o anemia.
ANTIOXIDANTES
Esta semilla contiene antioxidantes que previenen el envejecimiento de las células, el daño del ADN y el cáncer.
ACEITE DE SÉSAMO
En aceite de ajonjolí puede aliviar dolores de cabeza, dando un pequeño masaje en la sien. En los oídos puede reducir el dolor, agregando un poco con ayuda de un hisopo. Para el cabello, masajeando un poco previene la caída del cabello y la caspa.